La Biblia del Oso, obra icónica del idioma español del Siglo de Oro y fundamento de la fe cristiana en Hispanoamérica
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Se conoce como Biblia del Oso a la traducción, al español, de las sagradas escrituras que realizó Casiodoro de Reina, publicada por primera vez en Basilea, Suiza, el 28 de septiembre de 1569. Esta obra fue precedida por una compleja historia en la que su autor tuvo que desplegar, durante muchos años, un ingente esfuerzo en un ambiente tan hostil que incluyó una cruenta persecución.
Esta traducción de la Biblia debe su nombre al motivo de su portada, en la que se muestra a un oso que intenta alcanzar un panal que cuelga de un árbol. Algunos han interpretado el dibujo como una alusión a la dulzura de la Palabra de Dios, de la que el propio texto sacro afirma que es “más dulce que la miel” (Salmos 110:103). En la impresión se pueden identificar algunas abejas en torno a la cabeza del oso, las cuales pudieran aludir a las dificultades a las que se enfrentan quienes quieren gozar de tan dulce alimento. También aparece en la parte inferior derecha un libro abierto con la inscripción del Tetragrámaton —YHWH—, nombre de Dios en hebreo, que denota el contenido principal de la obra que se expone. Desde el punto de vista editorial, parece tratarse del logotipo del impresor bávaro Matthias Apiarius.
¿Quién fue en realidad Casiodoro de Reina, el hombre que arriesgó su vida e invirtió tantos años y esfuerzo en traducir la Biblia al español? En su juventud fue un monje jerónimo que residía en el monasterio de San Isidoro del Campo, en Sevilla.
Entre las ideas que germinaron en el valiente e inteligente monje, estaba la de traducir la Biblia al español, tarea nada fácil.
El largo recorrido que emprendió lo llevó a varias ciudades donde vivió y siguió trabajando en su traducción de la Biblia. Estuvo un tiempo en Ginebra, luego pasó algunos años en Londres —a partir de 1558—, donde trabajó en una iglesia, en un principio apoyado por la reina Elizabeth I, de la que tuvo que huir en 1563. Pero a pesar de su peregrinaje forzoso, que hacía más difícil su tarea, nunca cesó en su empeño. Su esfuerzo fue coronado en 1569 con la publicación de su traducción de la Biblia tras doce años de arduo trabajo.
Sin embargo, ya existían otras traducciones al español antes de la Biblia del Oso, pero eran parciales y no basadas íntegramente en manuscritos hebreos y griegos, como sí fue el caso de lo que hizo Casiodoro de Reina. Él mismo explicó que basó su traducción en materiales tan importantes como el texto masorético para el Antiguo Testamento y el textus receptus (texto recibido) para el Nuevo, además de otros materiales valiosos.
Las traducciones previas al español se basaron en versiones en latín, ninguna de las cuales alcanzó la belleza literaria de la de Reina. No debe olvidarse que esta traducción se da en la época que ha sido denominada como el Siglo de Oro de la literatura en español, algunas de cuyas figuras más fulgurantes fueron Pedro Calderón de la Barca, Miguel Ángel de Quevedo, Luis de Góngora y Miguel de Cervantes. Una era de revitalización del idioma español, del florecimiento de las figuras poéticas y prosísticas renovadas, de explotación de la belleza intrínseca del idioma. Y sin querer decir que Casiodoro de Reina alcanzó los niveles excelsos de esos escritores, sí logró una traducción de notable belleza literaria reconocida por propios y extraños.
Otra virtud que se ha señalado con frecuencia de la traducción de Reina es su fidelidad a los textos hebreos y griegos en los que se basó, acercándose a lo literal cuando lo consideró oportuno, y usando giros idiomáticos cuando creyó necesario destacar el significado espiritual o profundo de una expresión. Otro mérito nada pequeño es que esta versión incluyó los libros deuterocanónicos, los que posteriormente fueron apartados de las versiones protestantes de la Biblia, pero que son muy valiosos para entender mejor el mundo religioso, literario e histórico del pueblo de Dios y su historia.
Podemos resumir refrendando que la Biblia del Oso se caracteriza por la belleza del idioma español del Siglo de Oro, la riqueza de los recursos lingüísticos propios de nuestra lengua, así como también por la sensibilidad espiritual y cultura —tanto bíblica como humanista— de su autor. La Biblia del Oso fue, además, una respuesta histórica al deseo de muchos cristianos de leer directamente las Sagradas Escrituras, disfrutar de su belleza y nutrir su fe.
Por todo lo anterior, consideramos que una nueva edición de la Biblia del Oso en nuestro tiempo es una obra muy importante. Este proyecto invita a las nuevas generaciones bibliófilas a que puedan disfrutar de esta joya que ya es parte significativa de la cultura occidental y de la experiencia cristiana, lo cual nos insta a nutrirnos de la Palabra de Dios. Por ello nos congratulamos del surgimiento de una edición moderna de la Biblia del Oso, en la cual un grupo de prominentes biblistas latinoamericanos han venido trabajando, aunque sin quitar nada de su originalidad, formas de expresión y estilo propio.
