Tehilim, los salmos del rey David, el libro que acompañó y acompañará al pueblo judío a través de toda su dramática historia.
Tehilim ha sido y será la máxima expresión humana de alabanza al Creador, la canción de gracias de los vivos y el consuelo para los que están de duelo. El manantial de los sedientos de Di’s; la brújjula de la fe de los perplejos el alimento diario de cada alma de Israel. El defensor del pobre, del huérfano y de la viuda; de los perseguidos; la oración de los enfermos. La dimensión religiosa de la música; la canción nueva de los ancianos; la inspiración de los poetas judíos de todos los tiempos. El clamor desesperado por la justicia; la voz de los oprimidos; el grito de libertad de los oprimidos; el grito de libertad de los sometidos. El anhelo de un pueblo por regresar a su tierra; el sueño cumplido de los cautivos. La profecía hecha realidad.
Tehilim fue por siglos el Muro de los Lamentos de los judíos de la diáspora.
En sus páginas conviven las lágrimas de alegría y las de dolor; la fiesta y el duelo; la incansable búsqueda del hombre de fe y el testimonio de la Presencia Divina.
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